Frente al golpe de estado del mercado


Y TRAS LA HUELGA GENERAL, ¿QUÉ HACEMOS? (VII)

Pese a las oleadas de movilizaciones en Europa y el relativo éxito de la huelga general del 29 de septiembre en la península, no se vislumbran cambios reales en las políticas económicas, ni del Gobierno español, ni de la Unión Europea.
Abrimos una hebra de reflexión, desde abajo, sobre qué hacer con esos descontentos exhibidos.
DAVID FERNÁNDEZ / MILITANTE DE BASE DE L’ATENEU LA TORNA, GRACIA (BARCELONA)
VIERNES 28 DE ENERO DE 2011.  NÚMERO 142
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ILUSTRACIÓN: ISA

Toma del poder político por un grupo minoritario, generalmente vinculado a un sector o la totalidad de las fuerzas armadas, al margen de la vinculación con las masas (golpismo).

Se suele producir en tiempos de crisis económica y de indecisión y desorganización del régimen político anterior”.

Es la definición de ‘golpe de Estado’, tomada del diccionario. Amplíen poder político a económico, sustituyan fuerzas armadas por fuerzas mercantiles y transmuten golpismo por ataques financieros y –voilá!– radiografía sencilla –que no simplista– de los recortes sociales venidos y los que vendrán.

30 años después del 23F, el búnker ya no es la Acorzada Brunete de Milans y Armada; sino el BSCH de Botín.

Y todos al suelo de nuevo.

Doctrina del shock, diría Naomi Klein: conseguir mediante métodos excepcionales lo que es imposible fraguar por métodos democráticos.

Vía propaganda para modificar estados de opinión, tosco destino fatalista, hacia la “inevitabilidad de las reformas”.

Para los que dudan, la clásica función policial de cualquier doctrina liberal. Galeanoescribía en su Diccionario del Nuevo Orden Mundial:

“Riqueza: según los ricos, no produce la felicidad. Según los pobres, produce algo bastante parecido. Pero las estadísticas indican que los ricos son ricos porque son pocos, y las fuerzas armadas y la policía se ocupan de aclarar cualquier posible confusión”.

Además, según las estadísticas oficiales, el golpismo es de fraude y estafa.

¿Inevitable 50.000 millones en el tijeretazo social?

Ejercicio 2009:

15.000 millones en beneficios bancarios;

las empresas del IBEX-35 con 44.000 en ganancias netas;

fraude fiscal de 100.000 millones;

60.000 en el rescate a la banca;

32.000 en dividendos bursátiles;

50.000 en gastos militares.

Golpismo de timo y tongo: que su crisis –mientras no han dejado nunca de ganar– sea una burda transferencia de rentas de abajo arriba. Estafa: Estado de bienestar invertido. Y todos los recursos a la banca, al tocomocho del tocho y a otras lindezas especulativas.

Recurrir a la metáfora arriesgada del golpismo neoliberal que nos atenaza es simbólicamente útil, aparte de políticamente real: algunos –pocos–, sustrayéndose a toda soberanía popular, han decidido el futuro inmediato de la mayoría social.

Todo se comprende mejor –la dimensión de los ataques y la magnitud de los retos– si afirmamos que mediante un golpe de Estado. Putsch de la autoridad económica, en una economía intervenida por la bonapartista Angela Merkel y el eje franco-alemán.

El problema, claro está, de sostener que se trata de puro golpismo para echar al vertedero de la historia un raquítico Estado del Bienestar es que la lógica –en franco desuso– advierte que se requeriría de una respuesta social mínimamente proporcional.

Y claro, ¿quién le pone el cascabel al gato?

¿Y, sobre todo, cómo?

¿cuál es nuestra alternativa?

¿cómo articular la cartografía de las resistencias?

¿Quién depone a los mercados financieros y destituye a la nueva acumulación por desposesión masiva?

Desde las aportaciones de las diferentes corrientes de las economías críticas –marxista, altermundista, libertaria, feminista, ecologista, solidaria o decrecentista– cabría condensar, a propósito del rol de los movimientos sociales, una primera conclusión citando a Einstein:

“Lo más absurdo es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”.

A colación la cita para visualizar el granito de arena que aporta –hoy, ahora y aquí– la economía social, cooperativa y solidaria.

Prácticas y dinámicas que fraguan ya una economía postcapitalista, asumiendo, como premisa, que es complicado transformar el sistema si cada día lo legitimamos y reproducimos con infinidad de gestos y prácticas cotidianas.

Cotidianidades tan interiorizadas que pasan desapercibidas pero que son la espina dorsal que posibilita que el tinglado aguante: sin nosotros no son nada.

Por eso, invocando el arte de la autodefensa colectiva y conceptualizando la economía como un campo de batalla donde se disputan modelos socioeconómicos antagónicos, la Xarxa d’Economia Solidaria de Catalunya –integrada por 60 cooperativas y entidades– editó con previsión para el mismo 29 de septiembre un particular Decálogo para el día después de la huelga general contra el peor recorte social de la democracia.

Repartido a pie de calle, dos interrogaciones históricas encabezaban cada reverso.

Por una parte Agustín de Hipona: “¿Si de los gobiernos quitamos la justicia, qué queda sino un grupo de piratas a gran escala?”.

Por la otra Étienne de la Boétie en su Discurso sobre la servitud voluntaria del lejano 1553:

“¿Si un tirano es un solo hombre y los súbditos son muchos, por qué aceptan ellos su propia esclavitud?”

Era una guía práctica que llamaba a empezar a desengancharse del capitalismo. Desde la perspectiva de que el aporte más revolucionario y más necesario es abrir puertas, construir salidas y aportar alternativas.

Y que lo más urgente, hoy, es pensar en el día después: empezar a construir escenarios sólidos y solidarios y embriones de una democracia económica, equitativa y sostenible. No se trata de salir de la crisis para seguir aferrados al capitalismo, sino empezar a salir del capitalismo que provoca tantas crisis. Y empezando, imprescindible coherencia, por nosotras mismas.

Deconstruyendo la lógica mercantilista en sus propias narices. Y en las nuestras también.

Ante la lacerante contradicción –bipolaridad, liquidez o patente de corso inmovilista– de soportar cada día que los de abajo paguemos los platos rotos.

El decálogo, que no olvidaba la lucha en defensa de lo público y la cobertura universal de los derechos básicos a la salud, a la jubilación, a la educación, a la cultura, contenía medidas cautelares y concretas.

Con ejemplos reales, plausibles y posibles:

apuesta por el cooperativismo,

recuperación de empresas,

finanzas y seguros éticos,

consumo responsable,

consumo compartido,

freno al endeudamiento familiar,

prácticas comunitarias de apoyo mutuo,

cultura libre,

socialización de los cuidados, etc.

En una lógica gramsciana de autodeterminación social y reconstrucción de la solidaridad, bien acompañada de una práctica desobediente –ni un desahucio sin protesta que lo impida, digámoslo así– que revierta los efectos de la crisis en cada barrio.

Desde un llamamiento social para que las estructuras que juzgamos injustas no se sostengan ni en nuestro nombre, ni con nuestro dinero y actitudes.

Agregación y multiplicación de gestos cotidianos y solidarios, de prácticas alternativas, que desecan las fuentes cotidianas del capitalismo.

Sabotaje diario a los que hacen negocio con nuestras vidas.

Es una respuesta más a la crisis. Pero práctica, efectiva, fértil y real, para revertir el golpismo.

Y podernos levantar del suelo.

Que ya han pasado 30 años.

DEBATES EN NÚMEROS ANTERIORES: Y TRAS LA HUELGA GENERAL, ¿QUÉ HACEMOS? :
- El encanto de estar en el fondo del pozo
Por A. Iglesias, A. Fernández de la Rota, J. Á. Brandariz, M. Vázquez, X. Ferreiro, Activistas. Universidade Invisibel (A Coruña)

- Asumir el marco continental
Por Antón Gómez Reino Varela «Tone», activista de A coruña

- Desorientación y crisis
Por P. Carmona, C. Mayer, R. Sánchez Y E. Rodríguez / Activistas

- Reflexiones después de una huelga
Por cualestuhuelga.net

LA PLAZA

TRIBUNA: LAS LUCHAS DEL MUNDO DEL TRABAJO

Cuando la excepción se normaliza

GERARDO PISARELLO y JAUME ASENS / Juristas y miembros del Observatorio DESC

El Gobierno ha revocado el Estado de alarma y la militarización del control aéreo, situación de excepción que había prorrogado hasta el 15 de enero.

- Criminalización y conflicto laboral
- El ’think tank’ empresarial Fedea comanda la privatización de Aena

Y TRAS LA HUELGA GENERAL, ¿QUÉ HACEMOS? (VII)

Frente al golpe de estado del mercado

DAVID FERNÁNDEZ / Militante de base de l’Ateneu La Torna, Gracia (Barcelona)
Pese a las oleadas de movilizaciones en Europa y el relativo éxito de la huelga general del 29 de septiembre en la península, no se vislumbran cambios reales en las políticas económicas, ni del Gobierno español, ni de la Unión Europea. Abrimos una hebra de reflexión, desde abajo, sobre qué hacer con esos descontentos exhibidos.
DEBATE: Y TRAS LA HUELGA GENERAL, ¿QUÉ HACEMOS? (VI)

El encanto de estar en el fondo del pozo

A. IGLESIAS, A. FERNÁNDEZ DE ROTA, J. Á. BRANDARIZ, M. VÁZQUEZ, X. FERREIRO, Activistas. Universidade Invisibel (A Coruña)
Pese a oleadas de movilizaciones en Europa y el relativo éxito de la huelga general del 29 de septiembre en la península, no se vislumbran cambios reales en las políticas económicas, ni del Gobierno español, ni de la Unión Europea. Abrimos una hebra de reflexión, desde abajo, sobre qué hacer con esos descontentos exhibidos.
TRIBUNA

Escenarios de la farsa política

RAIMUNDO VIEJO VIÑAS / Activista y profesor de Teoría Política
Y TRAS LA HUELGA GENERAL, ¿QUÉ HACEMOS? (V)

Asumir el marco continental

ANTÓN GÓMEZ REINO VARELA “TONE” / Activista de A coruña
Pese a oleadas de movilizaciones en Europa y el relativo éxito de la huelga general del 29 de septiembre en la península, no se vislumbran cambios reales en las políticas económicas, ni del Gobierno español, ni de la Unión Europea. Abrimos una hebra de reflexión, desde abajo, sobre qué hacer con esos descontentos exhibidos
TRIBUNA

Dificultades para girar a la izquierda

CÉSAR DE VICENTE HERNANDO / Coordinador del Centro de Documentación Crítica y la sala Youkali (Madrid)
LAS LUCHAS DEL MUNDO DEL TRABAJO

Criminalización y conflicto laboral

Corsino Vela / Activista y analista de la movilidad y el transporte
(2 comentarios) Comentar este artículo
Recientes movilizaciones en defensa de los derechos laborales –las huelgas del Metro de Madrid y de los y las controladores aéreos– sitúan en el centro del escenario uno de los puntos medulares del actual orden económico: la necesidad de asegurar la movilidad de las mercancías, ya sean fuerza de trabajo, ya sean turistas. Aportamos un análisis.
Y TRAS LA HUELGA GENERAL, ¿QUÉ HACEMOS? (IV)

Desorientación y crisis

P. CARMONA, C. MAYER, R. SÁNCHEZ Y E. RODRÍGUEZ / Activistas
Pese a oleadas de movilizaciones en Europa y el relativo éxito de la huelga general del 29 de septiembre en la Península, no se vislumbran cambios rea- les en las políticas económicas, ni del Gobierno español, ni de la Unión Europea. Abrimos una hebra de reflexión, desde abajo, sobre qué hacer con esos descontentos exhibidos.
¿TAMBORES DE PAZ EN EL PAÍS VASCO?

Las víctimas del engaño democrático

JTXO ESTEBARANZ / HISTORIADOR MILITANTE
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Impulsado por la clara voluntad de una mayoría de la izquierda abertzale, lo impensable se está materializando: el cinturón de castidad que ha supuesto la lucha armada para el conflicto social y político, parece a punto de romperse. Se abren escenarios políticos inéditos que conviene abordar desde la perspectiva de los de abajo: los relatos de los hechos son el espacio privilegiado de la pugna.

Cuestiones colectivas no resueltas

TOMÁS R. VILLASANTE / Profesor emérito UCM
Apropósito de la huelga general reciente, y de las de Grecia o Francia más radicales, nos quedan dudas.
Y CON LA HUELGA GENERAL, ¿QUÉ HACEMOS?

Reflexiones después de una huelga

Jordi Bonet I Martí, Activista vecinal
Pese a oleadas de movilizaciones en Europa y el relativo éxito de la huelga general del 29 septiem- bre en la Península, no se vislumbran cambios rea- les en las políticas económicas, ni del Gobierno es- pañol, ni de la Unión Europea. Abrimos una hebra de reflexión, desde abajo, sobre qué hacer con esos descontentos exhibidos.
CRISIS, OPORTUNIDAD Y REORGANIZACIÓN POLÍTICA (XIII)

Sobre la refundación de IU

Carlos Taibo / Profesor de ciencias políticas, ensayista y analista internacional
(5 comentarios) Comentar este artículo
En los últimos 30 años los movimientos sociales han sedimentado un espacio ideológico difuso. Esta ‘base social’ no ha generado una representación política propia, integradora de su diversidad, con presencia electoral. IU, pese a la existencia de otras propuestas electorales, sigue reclamando la representación de toda la izquierda, incluida la ‘social’ y la ecologista.

La protesta social en Europa

GERARDO PISARELLO Y JAUME ASENS / Juristas y miembros del Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Barcelona)
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DEBATES Y RETOS FEMINISTAS (VII)

La visibilidad de las mujeres

Rakel Escurriol, de la asociación Tamaia Viure sense violència, SCCL, Barcelona
En las jornadas feministas de diciembre de 2009, en Granada, se evidenció la riqueza de debates y retos en los feminismos independientes del Estado español. Identidades y cuerpos políticos, articulación de las luchas, acción ante la crisis de los cuidados, etc. Aportamos una reflexión sobre la violencia machista y los límites de su abordaje desde las instituciones y la Administración pública.

Y TRAS LA HUELGA GENERAL, ¿QUÉ HACEMOS? (II)

El 29-S y el más allá…

Raúl Maillo / Abogado y activista social

Pese a oleadas de movilizaciones en Europa y el relativo éxito de la huelga general del 29 septiembre en la península, no se vislumbran cambios reales en las políticas económicas, ni del gobierno español, ni de la Unión Europea. Abrimos una hebra de reflexión, desde abajo, sobre qué hacer con esos descontentos exhibidos, pero por ahora sin claros resultados.

Más en este debate:
- La pieza que falta: políticas tras el 29-S


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