ESPECIAL LIBIA. 23 MARZO 2011


Los combatientes de Bengasi salen a reconquistar el terreno perdido

Los bombardeos que han golpeado a las tropas de Gadafi permiten a los insurgentes avanzar hacia Ajdabiya

MAYTE CARRASCO Enviada especial a Bengasi 21/03/2011 23:24 Actualizado: 21/03/2011 23:47

¡Zenga, zenga! A buscar enemigos calle por calle. Es el grito de guerra con el que los rebeldes partían a luchar desde Bengasi hacia Ajdabiya, a unos 150 km al sur del bastión de la insurgencia, mofándose de la frase que utilizara Gadafi para amedrentarles.

Amontonados en contados coches todoterreno, alzando al aire sus armas y con el grito de guerra ¡Allah u Akbar! (Alá es el más grande), se lanzaban a la lucha en grupos de 14 hombres que partían con cuentagotas, con más bravura que munición, enfrentándose al incumplimiento del segundo alto el fuego anunciado por el Ejército libio desde que comenzaron los ataques de la coalición internacional. (Así te lo hemos contado en directo)

«Había rumores de que Ajdabiya estaba liberada, pero cuando hemos intentado acceder hemos sido atacados con disparos de armas y artillería pesada de las tropas del régimen», explicaba Harem Hodairy, miembro de la Luna Roja libia que intentó entrar en la ciudad y se vio sorprendido por el ataque.

El frente de la batalla se situaba a diez kilómetros de Ajdabiya, donde cientos de rebeldes cargaban las pocas baterías antiaéreas de las que disponen, además de algunos cohetes Katiusha para los más afortunados, mientras que otros iban armados con simples palas para cavar o cuchillos. Los había incluso que hacían prácticas de tiro por primera vez en su vida, en un ambiente de júbilo, disparando ráfagas de fusil al aire y con ánimos renovados desde que entrara en escena la comunidad internacional.

«¡Merci Sarkozy!»

«¡Muchas gracias por la ayuda! ¡Merci Sarkozy!» gritaban al paso de los periodistas internacionales. «Queremos a Gadafi bajo tierra», decía un rebelde. «¡De aquí a Trípoli; que nos espere allí toda la familia del dictador!», añadían otros, sonrientes y envalentonados, exhibiendo un signo de la victoria omnipresente.

«De aquí a Trípoli. Que nos espere allí toda la familia del dictador»

Las fuerzas del dirigente libio se atrincheran no sólo en Ajdabiya, ciudad cuyo acceso por el norte aún controlaban, sino también en Misrata. Se trata en ambos casos de unidades del Ejército libio que han quedado atrapadas y que evitan moverse para impedir ser alcanzadas por los ataques aéreos de la operación militar Odyssey Dawn, a la que se incorporaron los primeros aviones españoles.

Conectarse con los que partían a Ajdabiya era tarea imposible, puesto que no funciona prácticamente ninguna línea telefónica en el este del país, salvo los móviles vía satélite. Por la mañana se registraban un muerto y cinco heridos en este punto, donde no se veía ni rastro de presencia de los aviones de la coalición. «Estamos esperando el apoyo aéreo, sin ellos no podemos avanzar», se quejaba el coronel desertor del Ejército libio, Abdelmen Osman, ahora del lado de los rebeldes.

Golpe al corazón del régimen

Poco informados, muchos insurgentes ignoran que Washington reiteró que la operación militar internacional en marcha no tiene como misión apoyar a las fuerzas de la oposición si se involucran en operaciones ofensivas, sino simplemente la protección de civiles.

Familias enteras se hacen fotos en el cementerio de tanques de Gadafi

Trípoli, sufrió el segundo día consecutivo de ataques aéreos de la coalición, que dio en el corazón del régimen derribando un edificio del Bab al Azizia, el complejo palaciego en el que reside Gadafi y orgullo del dictador, el lugar en el que solía recibir a sus visitas. En la cacofonía en la que se ha convertido la información sobre el conflicto y la opinión de unos y otros sobre las acciones militares sobre el terreno, los estadounidenses dejaron claro que «sería insensato» matar a Gadafi, que en estos momentos está en paradero desconocido.

En los últimos días, sólo se le ha oído la voz en dos declaraciones a través de la radio libia. Al caer la noche se reanudaron los bombardeos sobre la capital, donde se escucharon dos fuertes explosiones seguida de artillería antiaérea.

Mientras tanto, en el este, a 30 kilómetros de Bengasi, una multitud venía en masa a recorrer el cementerio de tanques de las tropas pro Gadafi que quedaron destrozados por el ataque de los cazas franceses. Familias enteras recorrían los vehículos, aún ardiendo y con restos humanos, haciéndose fotos y celebrando la victoria.

En Bengasi hay problemas con la seguridad y de abastecimiento

«¿Cómo puede decir que es él quien quiere proteger a la población? ¡Lo que quería era masacrarnos!», decía indignado un habitante de Bengasi desplazado a la zona para curiosear. La avalancha de gente era tal que a última hora de la tarde se formaron grandes atascos de acceso a la ciudad.

Antes de la retirada de las tropas pro-Gadafi, el enclave convertido en la bestia negra del dictador sufrió el sábado una cruenta incursión en pleno centro de la ciudad, donde viven unos 600.000 habitantes, matando a un centenar de personas, según afirmaron a Público fuentes de Consejo Nacional Libio.

Barricadas y tiros en Bengasi

La situación de seguridad sigue siendo muy delicada dentro de la ciudad, donde todavía deambulan grupos aislados de esbirros que quedaron varados tras el ataque del sábado y que siguen activos. En algunos casos se trata de francotiradores que disparan desde las azoteas contra los pocos civiles que se atreven a salir a las calle, según algunos testigos. La ciudad enteraestá repleta de barricadas de lo más variopinto. Desde lavadoras, sillas, contenedores o hasta un barco, todo vale a los rebeldes para intentar frenar los vehículos sospechosos y detectar a los enemigos.

Los responsables de la ciudad, en la que empieza a escasear la comida, aseguraron haber detenido a 150 combatientes pro-Gadafi que habrían sido trasladados a una prisión, sin precisar cuál, según explicó Mohamed Omar Fannush, coordinador de los medios del Consejo Nacional Libio y miembro del Consejo local de Bengasi, en una rueda de prensa celebrada en uno de los hoteles donde se alojan los periodistas. Anoche todavía podían oírse disparos aislados en las calles de Bengasi y muy cerca de ese edificio.

El conflicto impulsa el precio del crudo

El temor a un largo conflicto en Libia y la inestabilidad en Oriente Próximo llegaron a impulsar la cotización del crudo Brent, de referencia para Europa, un 2%, hasta superar los 116 dólares. Finalmente, el barril se encareció cerca de un 1%, hasta el entorno de los 115 dólares. Los precios actuales son los más altos en los últimos dos años y medio, aunque la apreciación del euro frente al dólar en las últimas jornadas amortiguará su efecto. Según ‘The Financial Times’, la producción de crudo libio es ya prácticamente nula. Antes del conflicto, Libia (tercer productor de África) vendía al exterior un 80% del petróleo que extraía, principalmente, a Europa, con Italia (28% de las exportaciones), Francia (15%), China (11%), Alemania (10%) y España (10%) como principales destinatarios. En el caso de España, es el tercer proveedor de crudo (cubre el 13% del consumo). Sin embargo, se descartan problemas de suministro: otros miembros de la OPEP, entre ellos, Arabia Saudí (el más importante), están compensando el cese de la producción libia.

La intervención sobre Libia abre una crisis diplomática en el seno de la OTAN

Obama, Cameron y Sarkozy piden a la Alianza Atlántica, por segundo día, que se implique en la imposición de una zona de exclusión aérea

AGENCIAS   22-03-2011

Los países de la OTAN mantienen su división sobre el papel de la organización en las operaciones aéreas contra el régimen de Trípoli. Aunque este martes han acordado utilizar sus medios navales para bloquear la entrada de armas en Libia, los miembros no se ponen de acuerdo sobre los ataques.

Minutos después de terminar la reunión de la Alianza, Obama, Cameron y Sarkozy han vuelto a presionar a la organización para que se implique en la imposición de una zona de exclusión aérea

    El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, durante una sesión de la Asamblea Nacional en París

    El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, durante una sesión de la Asamblea Nacional en París- (REUTERS)

    • La OTAN debería tener un «papel clave» en la aplicación de la zona de exclusión aérea sobre Libia.

    Es la tesis defendida este martes por la Casa Blanca después de que el presidente, Barack Obama, mantuviera consultas telefónicas con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, y con el primer ministro británico, David Cameron. Ben Rhodes, consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, ha explicado a los periodistas que acompañan a Obama en su gira por América Latina que ha hablado con sus dos aliados, cuyos países fueron los principales promotores de imponer la zona de exclusión aérea al régimen de Muamar Gadafi.

    «Lo que estamos diciendo ahora mismo es que la OTAN tendrá un papel clave que desempeñar aquí«, ha señalado Rhodes. Reino Unido es partidario de que la Alianza Atlántica asuma el mando de la operación que están llevando a cabo varios países occidentales y algún país árabe, mientras que Francia no ve con buenos ojos esta posibilidad.

    Su ministro de Exteriores, Alain Juppé, ha planteado esta tarde la opción de una «estrutura política» al frente de la operación integrada por los ministros de Exteriores de los países participantes. Juppé ha explicado ante la Asamblea Nacional en París que la iniciativa, que se concretaría con reuniones de los Estados participantes y la Liga Árabe, ha partido del presidente Nicolas Sarkozy.

    La primera reunión se celebrará, según Juppé, en los próximos días en Londres, Bruselas o París. «A partir de esa dirección política y bajo la responsabilidad de nuestros ministros de Defensa, se utilizarán desde luego las capacidades de planificación y de intervención de la OTAN», ha agregado Juppé.

    Su declaración se conoció después de que, en Bruselas, la OTAN haya cerrado su planificación técnica para ayudar a imponer la zona de exclusión aérea sobre Libia aprobada por Naciones Unidas, pero sin alcanzar un acuerdo sobre si va a participar en esa operación. El ministro ha recalcado que la operación la llevan a cabo estados que no son todos miembros de la OTAN, y «por lo tanto no es una operación de la OTAN».

    El acuerdo entre Obama y Sarkozy

    El presidente de Estados Unidos y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, han manifestado además este martes su acuerdo sobre cómo deben apoyar la operación internacional las estructuras de mando de la OTAN, según ha informado en un comunicado el Elíseo.

    «Los dos presidentes se han mostrado de acuerdo sobre las modalidades de utilización de las estructuras de mando de la OTAN para apoyar a la coalición internacional», ha señalado la Presidencia francesa.

    Han conversado para intercambiar información sobre la situación en Libia y han manifestado su satisfacción por el éxito de las operaciones desarrolladas por la coalición internacional, que «ya han permitido limitar el número de bajas civiles y reducir las capacidades del coronel Gadafi para usar la fuerza contra su pueblo».

    Obama y Sarkozy han coincidido en la necesidad de continuar con los esfuerzos para garantizar el cumplimiento de las resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

    Los entresijos de la reunión

    Según fuentes aliadas, los países tienen «distintas opiniones» sobre el rol que la OTAN debe desempeñar en esa operación y su relación con la coalición internacional que hasta ahora ha ejecutado los bombardeos y se ha encargado de imponer la zona de exclusión aérea. «Hay una discusión en curso», han señalado esas fuentes, que anunciaron nuevos encuentros para mañana y, probablemente, los próximos días.

    Hasta ahora, Francia -cuyos aviones fueron los primeros en atacar- se ha opuesto a transferir el control de la operación a la OTAN, organización con la que tradicionalmente ha mantenido tensas relaciones a pesar de ser socio fundador.

    En esa línea, París propuso hoy establecer una «dirección política» de la operación militar, que ejercerían los ministros de Exteriores de los países que participan en la coalición de voluntarios.

    Esa opción podría aún dejar para la OTAN el mando militar o las tareas de coordinación, que hasta ahora ha desarrollado Estados Unidos y de las que Washington quiere deshacerse.

    La Alianza Atlántica estaría lista para actuar en cuanto logre un acuerdo político, después de que este martes haya cerrado la planificación técnica para apoyar la intervención aérea. Mientras Francia se ha opuesto en todo momento a convertir la misión internacional en una operación de la Alianza Atlántica, a la que querría ver con un papel secundario, varios de los participantes en la coalición insisten en que la OTAN debe ponerse al frente.

    Especialmente clara ha sido Italia, que este martes ha vuelto a decir que retomará el control de sus bases militares puestas a disposición de los aviones que están bombardeando Libia si el control de las acciones no pasa a la OTAN.

    El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ha recalcado en Roma el punto de vista de su Gobierno de que el mando militar «debe pasar a la OTAN, es una cuestión de seriedad, una cuestión altamente política».

    La división en el seno de la Alianza se acentúa además con la postura de Alemania y Turquía, que han decidido mantenerse al margen de los ataques y continúan dejando caer críticas a la intervención armada.

    Si este lunes el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, aseguraba que la reacción negativa de parte del mundo árabe a la operación da la razón a su país en su decisión de no participar, hoy el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advertía de que Libia no debe convertirse en un nuevo Irak.

    Con todas estas diferencias pendientes de resolución, la OTAN sí ha logrado consenso para utilizar sus medios navales con el fin de aplicar el embargo de armas sobre Libia aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

    Las fuerzas aliadas en el Mediterráneo «vigilarán, informarán y, si es necesario, detendrán barcos sospechosos de transportar armas ilegales o mercenarios», ha señalado el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen.

    Según una fuente diplomática, la decisión -cuyos preparativos técnicos ya se habían cerrado el fin de semana- se pospuso hasta hoy por los intentos de Francia para que la operación fuese desarrollada por la Unión Europea y no por la OTAN, algo que quedó descartado ayer en una reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete.

    Las disputas sobre la participación de la OTAN dividen a los aliados

    Francia quiere que la Alianza apoye a la coalición sin asumir el control total.- Reino Unido quiere que asuma cuanto antes el liderazgo de la operación Amanecer de la Odisea.- La Alianza tiene previsto votar hoy el embargo naval de armas a Libia

    RICARDO MARTÍNEZ DE RITUERTO / AGENCIAS | Bruselas – Bruselas – 22/03/2011

    El clima del debate entre los aliados sobre el papel que debe jugar la OTAN en Libia se tensó tanto ayer que hasta la prevista aprobación por los embajadores de la participación en el embargo naval de armas a Libia ha quedado pospuesta hasta hoy, en medio de profundas diferencias entre quienes reclaman que la Alianza asuma el liderazgo, quienes prefieren verla en un papel subsidiario y quienes han hecho saber que mientras los demás no se aclaren ellos suspenden su participación en la operación Amanecer de la Odisea.

    Ante esta situación, y cuando comenzaba la tercera noche de ataques de los aliados sobre Trípoli, el presidente de EE UU, Barack Obama, ha dicho desde Santiago de Chile -dentro de su gira por América Latina- que espera «transferir» el mando de la operación al resto de países en unos cuantos días.

     

     

       

    • Italia advierte que si la OTAN no asume la dirección dejará de ceder sus bases

    Noruega suspende los vuelos de sus cazas hasta que se fije un mando claro

    A los aliados les enfrenta el detalle de si la OTAN debe participar y con qué condiciones en la zona de exclusión aérea sobre Libia, mientras existen posiciones encontradas sobre la función que la Alianza debe desempeñar en todo el proyecto.

    Turquía, sacudida por la intensidad de los bombardeos de la coalición para liberar el espacio aéreo libio, exige que el plan de operaciones sea revisado para evitar al máximo bajas entre los civiles de un país musulmán.

    Esos recelos turcos unidos a las aparentes objeciones de la Liga Árabe permitieron ayer sacar pecho a Guido Westerwelle, el ministro alemán de Exteriores, y defender su abstención en el Consejo de Seguridad (junto con China, Brasil, India y Rusia). «Nosotros calculamos el riesgo», declaró en Bruselas, donde los Veintisiete debatieron sobre Libia. «Si a los tres días de que empezara la intervención ya vemos a la Liga Árabe criticarla, creo que no anduvimos desencaminados». El secretario general de la Liga, Amr Musa, a quien el domingo se atribuyeron las críticas, se desdijo ayer con el argumento de que todo había sido un malentendido fruto de una mala traducción.

    Alemania encabeza un frente de tibios en lo militar en el que también figuran Polonia y alguno otro pequeño país. Varsovia se escuda en esa división y en su presidencia de la UE en el segundo semestre de 2011 para anunciar que participará exclusivamente en labores de asistencia humanitaria en Libia.

    Francia y el Reino Unido (la Cámara de los Comunes aprobó ayer con una mayoría aplastante -557 votos contra 13- una resolución de respaldo a la participación de las Fuerzas Armadas británicas), puntas de lanza de la participación europea en Libia, tienen diferente criterio sobre el futuro papel de la OTAN. El primer ministro británico, David Cameron, quiere que la Alianza asuma cuanto antes el liderazgo de Amanecer de la Odisea, mientras los franceses, aparentemente celosos de su protagonismo, ofrecen sólo un papel subsidiario para la Alianza. «La coordinación la hace Estados Unidos en estrecha colaboración con Francia y el Reino Unidos», declaró Alain Juppé, ministro francés de Exteriores. «La OTAN está dispuesta a apoyar dentro de unos días».

    La preferencia por el papel de apoyo la justifica Juppé en el hecho de que «hay muchos países que dudan en ponerse bajo la bandera de la OTAN», referencia no velada a los países árabes que sólo Francia esgrime, como hace notar un embajador aliado. «No es la OTAN la que ha tomado la iniciativa. El control político lo ejercen países árabes, americanos y europeos. Otra cosa es que en el futuro haya alguna planificación de la OTAN».

    Francia admite que la operación militar que se desarrolla en Libia carece de un mando integrado y que, por ahora consiste en un conjunto de «operaciones coordinadas» llevadas, respectivamente, por los tres países que comandan la operación, esto es, Estados Unidos, Reino Unido y Francia, informa Antonio Jiménez Barca desde París.

    Francia tiene claro, por otra parte, que la OTAN no debe mandar la operación. Juppé considera que la Alianza Atlántica «deberá intervenir dentro de unos días, pero como apoyo». De la misma opinión fueron los portavoces del Estado Mayor y del Ministerio de la Defensa que ayer hablaron a la prensa: «La OTAN podría dar su apoyo».

    ¿Dispararía Francia a Muamar el Gadafi si supiera dónde se encuentra? «No, la respuesta es no. La resolución de la ONU ni de lejos ni de cerca prevé esa hipótesis», respondió ayer el portavoz del ministerio de la Defensa, Lauren Teisseire.

    El portavoz adjunto del Ministerio de Defensa francés, el general de brigada Philippe Pontiès, declaraba ayer que la coordinación de las operaciones es un asunto «extraordinariamente complejo» pero que sí existe ya «a nivel de ministerios de Defensa» de los países que intervienen.

    «Por el momento las operaciones se desarrollan conforme a la resolución» de la ONU y es «evidente que el mando integrado facilitaría los intercambios; hoy de momento esta coordinación que hay funciona, aunque la integración haría los intercambios más fluidos», añadió el portavoz. «Estamos en una operación querida por las Naciones Unidas, aplicada por una coalición ‘ad hoc’ a la que la OTAN podría eventualmente dar su apoyo», agregó. «Su rol sería en un perímetro de apoyo».

    Según apuntan medios locales, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se desplazará hoy a la base aérea de Solenzara, en la isla de Córcega, de donde salen parte de los aviones galos que participan en la operación contra Libia. Al parecer el presidente viajará a la isla francesa del Mediterráneo acompañado por el ministro de Defensa, Gérard Longuet. La base de Solenzara forma parte del operativo francés que, según informaciones ofrecidas hoy por las autoridades galas, hasta el lunes ha incluido un total de 55 salidas de aviones francesas, con un total de 400 horas de vuelo, para cumplir con los términos de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU.

    Italia reclama a la OTAN

    Italia, por su parte, reclama a la OTAN más que planificación: quiere que coordine ya las operaciones militares si desea que Roma siga ofreciendo su bases, las más próximas a suelo libio. «La OTAN debe tomar la iniciativa», dijo el ministro Franco Frattini. «Si la OTAN no asume rápidamente la coordinación de las operaciones militares tendremos que plantearnos que Italia asuma la responsabilidad de sus propias bases».

    Frente al criterio italiano de que la Alianza asuma la coordinación, la jefa de la diplomacia española, Trinidad Jiménez, dice que «a España le parece bien que la operación se haga en coordinación con la OTAN, no que la OTAN sea la que coordine».

    Ante el guirigay, Noruega ha optado por tomar distancia. La participación de sus seis cazas F-16 estacionados en Creta «deberá esperar a nuevas ordenes y haya un sistema de mando, lo que llevará varios días», anunció la ministra de Defensa, Grete Faremo.

    Irlanda, en cambio, ha hablado de posición neutral, certificando la distancia con respecto a la caída de Gadafi. La presidenta irlandesa, Mary McAleese, dijo ayer que la neutralidad militar de Irlanda impedirá participar directamente en las operaciones militares que se están llevando a cabo en Libia. De visita oficial en España, McAleese calificó de alentador que Naciones Unidas y la UE hayan reaccionado a la crisis libia y comentó que una zona de exclusión aérea se crea para proteger la vida de los habitantes, por lo que insistió en el «total apoyo a la comunidad internacional» en su intento de proteger los derechos del pueblo libio, «tan herido y tan afectado».

    Estos desencuentros no deberían impedir hoy a la OTAN hacerse cargo de la operación de embargo de armas, esencialmente naval, pero fuentes diplomáticas no se atreven a vaticinar cuándo habrá un acuerdo sobre la exclusión aérea. Washington, Londres, Roma y otras capitales consideran que la coalición internacional es una estructura de emergencia creada para cumplir con la resolución de la ONU que pasados unos días debe ceder la primacía a la OTAN.

    Nueva reunión de la ONU

    Por otra parte, el Consejo de Seguridad de la ONU, se reunió de nuevo este lunes por la tarde (hora española). Una sesión convocada por China, que ocupa su presidencia de turno, después de recibir este fin de semana una carta del ministro de Exteriores libio, Musa Kusa, en la que pedía una reunión de urgencia del organismo para detener los bombardeos internacionales contra el régimen de Gadafi. Una petición que ha sido desestimada por los miembros del máximo órgano de seguridad de Naciones Unidas.

    El organismo sí que ha acordado mantener la reunió ya prevista para este jueves. Una sesión en la que se analizará la situación en Libia una semana después de su autorización a establecer una zona de exclusión aérea y el uso de «todas las medidas necesarias» para proteger a la población civil. Fuentes diplomáticas han anunciado que tanto el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, como algunos de los países que intervienen en la operación informarán en ese encuentro de la evolución de la operación en el país.

    INTERNACIONAL / OPERACIÓN AMANECER DE LA ODISEA

    Los aliados preparan la transferencia del mando

    EEUU y Francia alcanzan un acuerdo sobre el modo en que las estructuras de la Alianza deben apoyar la intervención

    REDACCIÓN / MADRID
    Día 23/03/2011 – 03.44h

    El presidente de EEUU, Barack Obama, y los países aliados preparan la transferencia del mando de operaciones en Libia, algo que el mandatario norteamericano considera que tendrá lugar en cuestión de días y a partir de lo cual la OTAN tendrá un papel «clave».

    En una rueda de prensa junto al presidente salvadoreño, Mauricio Funes, Obama ha afirmado que «en breve» se podrá anunciar que «hemos alcanzado los objetivos de la zona de exclusión aérea» en Libia.

    El presidente estadounidense ha salido también en defensa de su decisión de intervenir en el país norteafricano, pese a la división que ha suscitado entre la Liga Arabe, las críticas de otros países y los riesgos de que se repitan incidentes como el de la pasada noche, cuando un avión de EEUU cayó sobre territorio libio. Finalmente se pudo rescatar a los dos pilotos.

    Según el presidente estadounidense, la operación ha permitido salvar vidas y ha evitado una «catástrofe» humanitaria, puesto que las tropas de Gadafi, que amenazaban con «no tener piedad» si lograban entrar en la plaza fuerte rebelde, la ciudad de Bengasi, «se han retirado debido a la intervención».

    Las palabras de Obama se producían después de que el consejero de Seguridad Nacional adjunto, Ben Rhodes, explicase que el presidente estadounidense había hablado por teléfono con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, y con el primer ministro británico, David Cameron, sobre la marcha de las operaciones.

    Previamente, había mantenido una conversación también con el emir de Catar, al que agradeció su «muy importante contribución» a la coalición, y con el primer ministro turco, Recep Tayipp Erdogan.

    Desde el Air Force One, Obama repasó con Cameron y Sarkozy «los progresos sustanciales» que se han producido en Libia, según Rhodes. Los tres han acordado que «la OTAN debería desempeñar un papel clave en la estructura de mando en el futuro».

    Según Rhodes, la coalición incluirá países que no forman parte de la OTAN, por lo que la Alianza será «parte de una estructura de mando que se internacionalizará cuando EEUU transfiera» el control.

    A lo largo de las últimas horas, las disensiones entre los aliados acerca del mando y los objetivos de la operación habían hecho saltar las alarmas. Reino Unido se mostraba favorable a que la Alianza Atlántica asumiese el mando, mientras que Francia no veía con buenos ojos esta posibilidad.

    Su ministro de Exteriores, Alain Juppé, planteaba ayer por la tarde la opción de una «estrutura política» al frente de la operación integrada por los ministros de Exteriores de los países participantes. Juppé explicaba ante la Asamblea Nacional en París que la iniciativa, que se concretaría con reuniones de los estados participantes y la Liga Árabe, había partido de Sarkozy.

    Las palabras de Juppé se conocían después de que, en Bruselas, la OTAN cerrara su planificación técnica para ayudar a imponer la zona de exclusión aérea sobre Libia aprobada por Naciones Unidas, pero sin alcanzar un acuerdo sobre si va a participar en esa operación.

    El ministro recalcaba que la operación la llevan a cabo estados que no son todos miembros de la OTAN, y «por lo tanto no es una operación de la OTAN».

    Además, insistía en que la intervención será «breve» y «no habrá intervención en tierra» porque la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU que abrió la vía a la creación de una zona de exclusión aérea sobre ese país no lo autoriza. Las disensiones parecen haber acabado con la paciencia de la canciller alemana, Angela Merkel, que ha decidido que su país se retire las operaciones de la OTAN en el Mediterráneo.

    Recrudecimiento de los combates

    Después de varios días de ataques, las tropas del coronel han recrudecido sus combates contra los rebeldes en varias ciudades del este y el oeste. La ciudad de Misrata, a 210 kilómetros de Trípoli, ha sido objeto de intensos bombardeos.

    Un portavoz militar de Gadafi aseguró ayer por la tarde que Misrata se encontraba ya bajo su control, lo que fue desmentido por los sublevados.

    En Ajdabiya, a 160 kilómetros al sur de Bengasi, se han recrudecido también los intensos enfrentamientos entre las tropas de Gadafi y los combatientes rebeldes. La cadena Al Jazeera ha mostrado imágenes de negras columnas de humo elevándose en la parte oriental de la ciudad.

    Según el correspondal de la emisora, las tropas de Gadafi han utilizado lanzamisiles y tanques para bombardear la localidad.

    Ajdabiya es una enclave estratégico para el control de la zona este del país ya que conecta por una carretera con Bengasi y por otra con Tobruk, cerca de la frontera con Egipto.

    La ciudad de Zintan, en el oeste del país, ha sufrido igualmente intensos ataques por parte de las fuerzas del régimen y al menos diez personas han muerto, según el órgano de dirección de los rebeldes. El éxodo continúa aunque a menor ritmo.

    Nueva aparición de Gadafi

    En este contexto, las baterías antiaéreas vuelven a escucharse esta noche en Trípoli, la cuarta desde que comenzaron los ataques de la coalición internacional. Esporádicos trazos rojos surcaban el cielo procedentes de las defensas antiaéreas de Gadafi.

    El coronel se ha dirigido a sus seguidores para llamar a la lucha y mostrarse confiado en el triunfo de su régimen frente a la ofensiva militar internacional. «Lograremos la victoria al final», ha dicho.

    Las breves declaraciones, pronunciadas desde su complejo residencial -rodeado por escudos humanos-, han sido emitidas en directo por la televisión estatal.

    «Estoy aquí, mi casa está aquí, estoy en mi tienda», ha declarado ante una multitud que ondeaba banderas verdes.

    Gadafi ha tachado de «injustificado» el asalto internacional y, además, ha denunciado que esta operación viola la carta fundacional de Naciones Unidas. En este sentido, ha asegurado que el ataque ha sido perpetrado «por un grupo de fascistas que terminará en el basurero de la historia».

    La intervención sobre Libia abre una crisis diplomática en el seno de la OTAN

    Obama, Cameron y Sarkozy piden a la Alianza Atlántica, por segundo día, que se implique en la imposición de una zona de exclusión aérea

    AGENCIAS   22-03-2011

    Los países de la OTAN mantienen su división sobre el papel de la organización en las operaciones aéreas contra el régimen de Trípoli. Aunque este martes han acordado utilizar sus medios navales para bloquear la entrada de armas en Libia, los miembros no se ponen de acuerdo sobre los ataques. Minutos después de terminar la reunión de la Alianza, Obama, Cameron y Sarkozy han vuelto a presionar a la organización para que se implique en la imposición de una zona de exclusión aérea

    El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, durante una sesión de la Asamblea Nacional en París

    El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, durante una sesión de la Asamblea Nacional en París- (REUTERS)

    La OTAN debería tener un «papel clave» en la aplicación de la zona de exclusión aérea sobre Libia. Es la tesis defendida este martes por la Casa Blanca después de que el presidente, Barack Obama, mantuviera consultas telefónicas con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, y con el primer ministro británico, David Cameron. Ben Rhodes, consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, ha explicado a los periodistas que acompañan a Obama en su gira por América Latina que ha hablado con sus dos aliados, cuyos países fueron los principales promotores de imponer la zona de exclusión aérea al régimen de Muamar Gadafi.

    «Lo que estamos diciendo ahora mismo es que la OTAN tendrá un papel clave que desempeñar aquí«, ha señalado Rhodes. Reino Unido es partidario de que la Alianza Atlántica asuma el mando de la operación que están llevando a cabo varios países occidentales y algún país árabe, mientras que Francia no ve con buenos ojos esta posibilidad. Su ministro de Exteriores, Alain Juppé, ha planteado esta tarde la opción de una «estrutura política» al frente de la operación integrada por los ministros de Exteriores de los países participantes. Juppé ha explicado ante la Asamblea Nacional en París que la iniciativa, que se concretaría con reuniones de los Estados participantes y la Liga Árabe, ha partido del presidente Nicolas Sarkozy.

    La primera reunión se celebrará, según Juppé, en los próximos días en Londres, Bruselas o París. «A partir de esa dirección política y bajo la responsabilidad de nuestros ministros de Defensa, se utilizarán desde luego las capacidades de planificación y de intervención de la OTAN», ha agregado Juppé. Su declaración se conoció después de que, en Bruselas, la OTAN haya cerrado su planificación técnica para ayudar a imponer la zona de exclusión aérea sobre Libia aprobada por Naciones Unidas, pero sin alcanzar un acuerdo sobre si va a participar en esa operación. El ministro ha recalcado que la operación la llevan a cabo estados que no son todos miembros de la OTAN, y «por lo tanto no es una operación de la OTAN».

    El acuerdo entre Obama y Sarkozy

    El presidente de Estados Unidos y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, han manifestado además este martes su acuerdo sobre cómo deben apoyar la operación internacional las estructuras de mando de la OTAN, según ha informado en un comunicado el Elíseo. «Los dos presidentes se han mostrado de acuerdo sobre las modalidades de utilización de las estructuras de mando de la OTAN para apoyar a la coalición internacional», ha señalado la Presidencia francesa. Han conversado para intercambiar información sobre la situación en Libia y han manifestado su satisfacción por el éxito de las operaciones desarrolladas por la coalición internacional, que «ya han permitido limitar el número de bajas civiles y reducir las capacidades del coronel Gadafi para usar la fuerza contra su pueblo». Obama y Sarkozy han coincidido en la necesidad de continuar con los esfuerzos para garantizar el cumplimiento de las resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

    Los entresijos de la reunión

    Según fuentes aliadas, los países tienen «distintas opiniones» sobre el rol que la OTAN debe desempeñar en esa operación y su relación con la coalición internacional que hasta ahora ha ejecutado los bombardeos y se ha encargado de imponer la zona de exclusión aérea. «Hay una discusión en curso», han señalado esas fuentes, que anunciaron nuevos encuentros para mañana y, probablemente, los próximos días. Hasta ahora, Francia -cuyos aviones fueron los primeros en atacar- se ha opuesto a transferir el control de la operación a la OTAN, organización con la que tradicionalmente ha mantenido tensas relaciones a pesar de ser socio fundador.

    En esa línea, París propuso hoy establecer una «dirección política» de la operación militar, que ejercerían los ministros de Exteriores de los países que participan en la coalición de voluntarios. Esa opción podría aún dejar para la OTAN el mando militar o las tareas de coordinación, que hasta ahora ha desarrollado Estados Unidos y de las que Washington quiere deshacerse. La Alianza Atlántica estaría lista para actuar en cuanto logre un acuerdo político, después de que este martes haya cerrado la planificación técnica para apoyar la intervención aérea. Mientras Francia se ha opuesto en todo momento a convertir la misión internacional en una operación de la Alianza Atlántica, a la que querría ver con un papel secundario, varios de los participantes en la coalición insisten en que la OTAN debe ponerse al frente.

    Especialmente clara ha sido Italia, que este martes ha vuelto a decir que retomará el control de sus bases militares puestas a disposición de los aviones que están bombardeando Libia si el control de las acciones no pasa a la OTAN. El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ha recalcado en Roma el punto de vista de su Gobierno de que el mando militar «debe pasar a la OTAN, es una cuestión de seriedad, una cuestión altamente política». La división en el seno de la Alianza se acentúa además con la postura de Alemania y Turquía, que han decidido mantenerse al margen de los ataques y continúan dejando caer críticas a la intervención armada.

    Si este lunes el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, aseguraba que la reacción negativa de parte del mundo árabe a la operación da la razón a su país en su decisión de no participar, hoy el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advertía de que Libia no debe convertirse en un nuevo Irak. Con todas estas diferencias pendientes de resolución, la OTAN sí ha logrado consenso para utilizar sus medios navales con el fin de aplicar el embargo de armas sobre Libia aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Las fuerzas aliadas en el Mediterráneo «vigilarán, informarán y, si es necesario, detendrán barcos sospechosos de transportar armas ilegales o mercenarios», ha señalado el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen.

    Según una fuente diplomática, la decisión -cuyos preparativos técnicos ya se habían cerrado el fin de semana- se pospuso hasta hoy por los intentos de Francia para que la operación fuese desarrollada por la Unión Europea y no por la OTAN, algo que quedó descartado ayer en una reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete.

    En directo: Obama, confiado en ceder pronto el mando de la operación militar

    MIKEL AYESTARAN / PEDRO RODRÍGUEZ / BENGASI / WASHINGTON
    • 01.35
    Barack Obama, y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, han coincidido en señalar que el cumplimiento de la resolución de la ONU sobre Libia pasa por un «amplio» consenso internacional sobre las acciones a desarrollar, que incluya a los países árabes.
    En una conversación telefónica, ambos líderes señalaron que esto «requerirá un amplio esfuerzo internacional, en el que estén incluidos los países árabes, basado en las contribuciones nacionales, en el mando único de la OTAN y en el control de las capacidades para garantizar la máxima eficacia» de la intervención.
    01.11
    Tres periodistas arrestados el sábado en Ajdabiya, dos de ellos de la agencia France Press, han sido liberados en Trípoli.
    00.54
    Joe Biden ha conversadi con el príncipe heredero de Emiratos Arabes Unidos (EAU), Mohamed bin Zayid al Nahyan, para destacarle la importancia de aunar los esfuerzos internacionales en cumplimiento de la resolución de la ONU sobre Libia. Ambos han acordado «continuar con la estrecha coordinación entre Estados Unidos y EAU» para proteger a los civiles de los ataques de Gadafi, de acuerdo con lo establecido en dicha resolución.
    00.29
    Dos de cada tres franceses apoyan la intervención militar en Libia, según una encuesta realizada por IFOP
    00.04
    En directo: Obama, confiado en ceder pronto el mando de la operación militar

    Barack Obama, de visita oficial en El Salvador, dice que la acción militar en Libia responde a una amenaza de carácter humanitario, según informa nuestro corresponsal Manuel M. Cascante. «Dentro de poco podremos decir que hemos llegado al objetivo de una zona de exclusión aérea y evitar una tragedia. A menos que Gadafi no cambie su manera de hacer las cosas y emprenda reformas profundas, habrá amenazas para el pueblo libio y lo seguiremos apoyando»

    23.41
    Próximos a Gadafi contactaron con los aliados para buscar una salida al conflicto, según apunta Hillary Clinton en la ABC.
    23.29
    El Gobierno holandés anunció hoy el envío de seis aviones de combate F-16, un buque dragaminas y un avión cisterna para participar en el embargo de armas a Libia.
    23.24
    El Departamento del Tesoro emitió sanciones económicas contra 14 filiales de la Compañía Nacional de Petróleo de Libia, que Estados Unidos considera la principal fuente financiera del régimen de Gadafi.
    23.23
    Más sobre la comparecencia televisada de Gadafi. «Estoy aquí, mi casa está aquí, estoy en mi tienda», ha declarado ante una multitud que ondeaba banderas verdes. Gadafi ha tachado de «injustificado» el asalto internacional y, además, ha denunciado que esta operación viola la carta fundacional de Naciones Unidas. En este sentido, ha asegurado que el ataque ha sido perpetrado «por un grupo de fascistas que terminará en el basurero de la historia».
    23.21
    El canciller de Brasil, Antonio Patriota, afirmó hoy que a pesar de las diferencias existentes con Estados Unidos sobre el conflicto en Libia, las relaciones bilaterales no se verán afectadas. «Las posiciones con relación a Libia en el Consejo de Seguridad de la ONU no fueron idénticas, pero existe un respeto por parte de Estados Unidos, visible en relación a la posición brasileña, y eso quedó evidente», aseveró Patriota durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Sao Paulo.
    22.50
    En directo: Obama, confiado en ceder pronto el mando de la operación militar

    «Al final saldremos victoriosos», asegura Gadafi en un breve mensaje televisado desde Trípoli. El líder libio ha animado a sus seguidores a seguir luchando contra os rebeldes y contra las fuerzas internacionales.

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    2. […] ESPECIAL LIBIA. 23 MARZO 2011 2 Votes Los combatientes de Bengasi salen a reconquistar el terreno perdido Los bombardeos que han golpeado a las tropas de Gadafi permiten a los insurgentes avanzar hacia Ajdabiya MAYTE CARRASCO Enviada especial a Bengasi 21/03/2011 23:24 Actualizado: 21/03/2011 23:47 ¡Zenga, zenga! A buscar enemigos calle por calle. Es el grito de guerra con el que los rebeldes partían a luchar desde … Read more Archivado en libia […]

    3. […] ESPECIAL LIBIA. 23 MARZO 2011 2 Votes Los combatientes de Bengasi salen a reconquistar el terreno perdido Los bombardeos que han golpeado a las tropas de Gadafi permiten a los insurgentes avanzar hacia Ajdabiya MAYTE CARRASCO Enviada especial a Bengasi 21/03/2011 23:24 Actualizado: 21/03/2011 23:47 ¡Zenga, zenga! A buscar enemigos calle por calle. Es el grito de guerra con el que los rebeldes partían a luchar desde … Read more Archivado en libia […]



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